Leche materna de transición, ¿conoces sus beneficios?
Cuando las mamás hablan o comentan sobre “la bajada” de la leche, justo se trata de ese momento cuando comienza la producción de la leche de transición.
La “bajada” se produce cuando el calostro, que es el primer alimento del recién nacido, se transforma en una leche más cremosa y acuosa que se produce en mayor cantidad, esta es la llamada leche de transición.
Esta leche se produce aproximadamente a los 2-5 días después del nacimiento y hasta los 10-12 días después del mismo.
Piensa que la leche materna pasa por 3 fases:
La primera corresponde al calostro; la leche de transición representa la segunda; y la tercera sería la leche madura, que se convertirá en la nutrición del niño a largo plazo.
El puente de oro para la nutrición del lactante.
Aunque los componentes básicos de la leche materna son los mismos durante la lactancia, algunos niveles de nutrientes subirán o bajarán, ajustándose en función a las necesidades y demanda del niño/a.
Durante las primeras dos semanas después del nacimiento, la composición de la leche materna presenta cambios notables. Aquí te cuento sobre estas extraordinarias propiedades de la leche de transición.
- Aumento de cantidad
Durante las primeras dos semanas después del nacimiento, la composición de la leche materna presenta cambios notables. Aquí te cuento sobre estas extraordinarias propiedades de la leche de transición.
En este momento los senos se enfocan en la “creación de suministros” mientras aprenden cuánta leche necesita el niño/a.
- Proteína: el equilibrio correcto
Hay dos clases de proteínas en la leche materna: caseína y suero de leche.
La caseína tiene propiedades antimicrobianas y puede ayudar a mantener saciado al niño/a por más tiempo.
El suero de leche es rico en anticuerpos y es más fácil de digerir, algo muy importante en los recién nacidos. Las cantidades de proteínas en la leche materna también cambian y se ajustan para lograr el equilibrio ideal, a medida que el intestino del niño/a se hace más resistente.
- Nivel de protección
Desde las primeras semanas los niños comienzan a desarrollar su propio sistema inmunológico.
Al mejorar su capacidad inmunitaria, la leche de las mamás presenta cambios en la concentración de las enzimas protectoras y anticuerpos.
Minerales como el zinc, el cobre y el manganeso, que apoyan al desarrollo del sistema inmunitario, también disminuyen.
Leche madura
Como puedes ver, la leche materna se adapta de manera extraordinaria al desarrollo del recién nacido.
La leche alcanza su madurez al final del primer mes y no volverá a cambiar tanto su composición a lo largo del crecimiento del niño.
Si en algún momento sientes preocupación por la producción de leche o piensas que está tardando en “bajar”, no te desanimes. Se debe continuar extrayendo leche, ya sea con un sacaleche o manualmente.
Recuerda siempre consultar a tu pediatra para resolver cualquier duda o inquietud sobre la nutrición de tu hijo/a.
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